Creo es momento de reflexión por parte de todos, el sacar ahora posibles soluciones puede ser precipitado, cuando aún estamos en medio de un problema de salud a nivel de país. Pero entiendo que esta solidaridad, que se está produciendo entre las personas y colectivos debería tener continuación en el sector de la distribución comercial, y que los consumidores entiendan la labor, mas allá del estrictamente comercial que realizamos desde la venta física en establecimientos de proximidad, contribuyendo a la animación, vida, iluminación, limpieza, etc. de los entornos en los que vivimos y que deben ser imprescindibles, más allá del valor material de un producto.
Añadimos un valor difícilmente cuantificable además de contribuir a los impuestos con los que , en problemas como los que nos encontramos, proporcionan mayores recursos para atenderlos. No el “está mas barato” debe servir, por otra parte cuestión discutible. Creo que por parte de los consumidores, y éstos somos todos, también las personas que trabajan ó poseen un comercio son consumidores. Y haciendo referencia a cómo abordar el futuro, desde luego se debe afrontar con ilusión y partiendo de unos retos nuevos pero ilusionantes.